Dimnt encuentra una reliquia que es disputada por muchas personas, pero él solo quiere venderla. En su camino, se encuentra con Blodit, quien quiere detenerse a si mismo de destruir el mundo entero. Pero no lo logra: cae bajo los encantos de la reliquia y del poder eterno. Dimnt, tras haber sido espectador de como el ser humano sucumbe a sus tentaciones, continúa su camino buscando certezas. Así descubre que es capaz de moverse en mundos diferentes al suyo. No lo sabe aún, pero ira descubriendo quien es el realidad: un portal entre dos mundos (o quizás muchos más).